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¿Sabías que el síndrome de Down es un trastorno genético que afecta el desarrollo del cerebro y el cuerpo?
En concreto, esta anomalía es causada por un cromosoma extra en cada célula del cuerpo.
Y esto se puede detectar a través de una prueba prenatal llamada amniocentesis, que generalmente se realiza entre las semanas 15 y 20 de embarazo.
En este post, te hablaremos sobre el ultrasonido estructural, qué es y para qué sirve, entre otras cuestiones.
¿Quieres descubrir todo esto y mucho más?
No te pierdas lo que te vamos a contar a lo largo de las siguientes líneas.
¡Vamos allá!
En efecto, hay muchos síntomas que pueden indicar el síndrome de Down durante el embarazo, pero una de las formas más comunes de saber si su bebé lo tiene es realizar una prueba prenatal llamada amniocentesis.
En este aspecto, el procedimiento de amniocentesis consiste en insertar una aguja larga en el útero para extraer líquido de alrededor de las células y los cromosomas de su bebé.
El líquido contiene células y ADN de su bebé, por lo que el médico puede buscar signos de síndrome de Down.
Por otra parte, es necesario que seas consciente de que la condición es causada por la presencia de un cromosoma extra, lo que puede resultar en un deterioro leve a severo en la función intelectual, la función física y las habilidades de comunicación.
Además, otras discapacidades asociadas incluyen defectos cardíacos, problemas renales y malformaciones estructurales como las de la cara o el cráneo.
Realmente, el ultrasonido estructural es parte de la atención prenatal de rutina.
Es decir, ayuda a identificar la salud y el bienestar del bebé, así como algunas otras condiciones que pueden surgir durante el embarazo.
En concreto, las 3 ecografías más importantes en el embarazo son:
La ecografía del primer trimestre: se realiza al comienzo del primer trimestre para tener una idea de cuántas semanas de embarazo tiene e identificar cualquier anomalía que pueda estar presente, como un feto deformado o una placenta baja. La ecografía del primer trimestre se realiza para identificar anomalías que pueden surgir durante el embarazo.
La ecografía del segundo trimestre: se realiza alrededor de las 14 semanas para confirmar el sexo, el tamaño y la posición del bebé en el útero, y para detectar ciertas anomalías congénitas como la espina bífida o el síndrome de Down.
Ecografía del tercer trimestre: se realiza entre las semanas 18 y 22 para confirmar la posición del feto en el útero, el tamaño y el peso, verificar si hay defectos cardíacos y ciertos defectos congénitos.
Por ejemplo, las anomalías comunes que se observan en las primeras ecografías son un gran saco vitelino dentro de la placenta (que se ve como una masa para el bebé), una mancha ecogénica (brillante) debido a la presencia de un feto y un embarazo no viable.
En este contexto, entendemos que la ecografía estructural es una técnica de diagnóstico por imágenes no invasiva que utiliza ondas de sonido y tecnología Doppler para crear imágenes de los órganos internos del cuerpo.
Y es que, el ultrasonido estructural se usa para diagnosticar una amplia gama de condiciones y enfermedades, desde cálculos renales hasta cáncer.
También se puede utilizar como alternativa a la cirugía tradicional en algunos casos, tales como:
Cálculos renales
Cáncer
Enfermedad del corazón
Enfermedad del hígado
El ultrasonido es una técnica de imagen no invasiva que se puede utilizar para obtener imágenes de tejidos blandos en sujetos vivos. Utiliza ondas sonoras de alta frecuencia, que se reflejan en los tejidos y luego son detectadas por el equipo.
De este modo, la detección de anomalías estructurales con ultrasonido ha sido un objetivo de larga data en obstetricia y ginecología.
Así que, la ecografía estructural se utiliza para detectar estructuras anormales en el cuerpo, como quistes, tumores o lesiones calcificadas.
También es útil para detectar embarazos y edad gestacional.
Por ejemplo, algunas de las anomalías estructurales que se pueden detectar con ultrasonido incluyen:
Tamaño o forma anormal del riñón
Tamaño o forma anormal del hígado
Tamaño o forma anormal de la vesícula biliar
Tamaño o forma anormal del bazo
Como ya sabes, la ecografía estructural es una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza ondas sonoras para crear una imagen del cuerpo. Se utiliza para diagnosticar problemas como anomalías cardíacas, cálculos renales e hidrocefalia.
En líneas generales, la ecografía estructural se realiza cuando hay dudas sobre la forma del feto o del niño en el útero. Se puede realizar entre las semanas 16 y 20 de gestación, y también se puede realizar después del nacimiento si existen preocupaciones sobre daño cerebral o hidrocefalia.
En este sentido, es importante que el proveedor de atención médica sepa si un bebé tiene alguna malformación congénita antes de las 20 semanas de gestación porque, en este momento, es posible que el feto no sobreviva fuera del útero.
En realidad, el síndrome de Down es un trastorno genético que ocurre cuando una persona tiene una copia adicional del cromosoma 21.
Así pues, los fetos con síndrome de Down pueden tener características físicas que no son tan pronunciadas como las de los bebés sin síndrome de Down, pero generalmente son saludables y viven una vida larga.
Por su parte, el síndrome de Down ocurre en la concepción porque un óvulo y un espermatozoide que contienen dos cromosomas cada uno se fusionan durante la fertilización, lo que da como resultado tres células con dos copias del cromosoma 21: una de la madre y otra del padre.
De este modo, la salud del bebé depende de qué tan bien se desarrollen sus órganos después del nacimiento.
Sin embargo, el comportamiento de un bebé con síndrome de Down en el útero depende de qué tan bien se desarrollen sus órganos después del nacimiento.
Por ejemplo, un rasgo característico es que los bebés con síndrome de Down suelen tener un tamaño más pequeño que los bebés sin síndrome de Down.
En los Estados Unidos, 1 de cada 691 bebés nace con síndrome de Down.
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